Este deporte que se realiza en los escenarios más deslumbrantes de la naturaleza nos ofrece los lugares más prodigiosos para correr.
El mountain bike es uno de los deportes más practicados por profesionales y aficionados al ciclismo. Aquí traemos los tramos más destacados para dar una vuelta alrededor del mundo, lugares que impactan por su clima, paisajes así como con rutas sumamente exigentes pero satisfactorias una vez alcanzadas.
En este recopilatorio seguramente encontrarán alguno que querrán recorrer en su vida
1. Macizo de Andara
Ubicado en el Parque Nacional de Picos de Europa (España), en esta vuelta el dato del desnivel positivo de 3.120 m es impactante, tanto como las rampas-muro de los pueblos circundantes o las torres calcáreas que emergen constantemente al lado del camino. En total se cubre una distancia de 62,4 km, por lo tanto andar en bicicleta de montaña en la descomunal construcción caliza de Andara es un gran desafío deportivo y un regalo para los sentidos.
La subida inicial de Bejes al collado Pelea coloca en la mente el ritmo natural para el resto del itinerario, una estimulante mezcla de pasión, fuerza y paciencia. El tramo que puede presentar algún problema de orientación es el enlace de las aldeas de montaña en la comarca de Liébana. Cabañes, Colio, Argüébanes y lo marcan los hitos del recorrido hasta Mogrovejo, donde comienza la popular ascensión ciclomontañera a Áliva por Peña Oviedo.
Con muy bellas postales derivadas de los campos pastoriles monumentos de piedra y colinas verdes. El hotel de montaña queda en los cerros altos, fuera del camino. La ruta cumple la tradición popular, pasa por la ermita de Áliva y emprende un descenso salvaje hasta Sotres. La pista de Bejes sale del collado del Jito Escarandi por el hayedo de Valdediezma.
2. Sierra de Chía
Chía es una de las llamadas Sierras Medias del Alto Aragón ubicada exactamente en el valle del río Ésera, rodeada de las grandes cimas pirenaicas y valles poblados por espléndidos bosques de abetos y hayas. El lugar elegido para iniciar la marcha es el pintoresco pueblo de Siera por las marcas del GR-15 hacia Barbaruéns, con algún tramo no ciclable que se puede evitar por carretera.
A partir de Barbaruéns comienza una entretenida subida por la vieja pista de Plan que termina en el collado de la Cruz, en un acogedor ambiente de alta montaña bajo las murallas del macizo de Armeña y el pico Cotiella cubriendo un total de 50 km. El camino baja hacia Plan para conectar con la pista que sube al collado de Sahún y continúa al pueblo de Chía. Aunque la bajada parece interminable cuando se llega a la entrada de la aldea hay que girar a la derecha en busca de las marcas del PR-51 y aparecen en un carril de montaña de mal firme y duro desnivel. La cuesta termina en el cruce de la fuente d’Escandrells.
La ruta toma la vereda de la izquierda y enseguida se convierte en una senda que va sobre el desfiladero Bentamillo. Además se pasa por la ermita de la Piedad y finaliza en las calles de Seira.
3. Puertos de Pineda
Los Puertos de Pineda parecen estar lejos de todas partes y en eso radica parte de su atractivo, sin embargo pordemo encontrado en la Comarca cántabras de Liébana y Alto Carrión (España). Cuenta un hermoso paisaje de pastos ganaderos metidos en las entrañas de la Cordillera Cantábrica y ocultos por las grandes cimas de la Montaña Palentina. Un buen punto de partida para esta exigente ruta ciclomontañera de 51 km es la aldea lebaniega de Bárago por la pista-muro del collado del Salce.
La dura subida pasa por el collado de Raya y termina en la panorámica pradera del collado de Camponuera, límite de los concejos lebaniegos de Dobres y Pesaguero. El siguiente tramo es un sendero técnico de varios kilómetros con algunos pasos no ciclables que sube a la pista de los Puertos de Pineda. El camino pasa por el Secarro, con vistas de la cara norte del Curavacas, y sigue de frente al valle del río Carrión, eje fluvial de la Reserva de Fuentes Carrionas.
La presencia de los rebaños de caballos y vacas no elimina del ambiente la impresión de estar en un lugar intacto y salvaje. La pista del valle recorre Vega de Cantos y sube a los pastos de Riofrío. Al final de la subida, antes de atravesar el cauce, nace la pista que baja a Cucayo y Bárago.
4. Vuelta al Trevenque
El Trevenque (2.083 m) es la estrella de la media montaña nevadense . Los relieves esculturales y la llamativa combinación de colores y texturas de las cárcavas y arenales otorgan al pico un atractivo único en las geografías de Sierra Nevada (Granada). La ruta de casi 44 km propuesta para llegar a la singular montaña sale de Monachil y sube al collado del Muerto por el duro repecho de El Purche.
En el collado aparece una pista a la derecha que baja al Cortijo de los Mimbres y atraviesa el río Monachil por la Central de Diéchar. En el mapa de Alpina aparece muy claro el camino que pasa por el collado de Ruquino y lleva a La Cortijuela, con fuente y jardín botánico. El paso clave está poco después, en un pequeño collado de la cara este del Trevenque, antes de subir al collado de Martín, donde nace un sendero que se cuela al barranco de Aguas Blanquillas y emprende un extraordinario descenso en la falda sur del Trevenque por todo tipo de firmes y ambientes.
Al final del primer tramo aparece una pista y enseguida nace una vereda a la derecha que entra en la cañada de Los Arenales y baja al Cerro de Sevilla. El descenso final a Monachil sigue el filo de los acantilados de Los Tejos y los cortijos del arroyo de Huenes.
5. El tour de África
Una de las rutas ciclistas más largas y fascinantes del mundo empieza en El Cairo, junto a las pirámides de Guiza, y termina en Ciudad del Cabo (Sudáfrica).Es decir, cruza toda África, de norte a sur.
Es una ruta organizada por la empresa TDA Global Cycling desde 2003. Tiene unos 12.000 kilómetros de recorrido y quien quiera hacerla completa necesitará cuatro meses. Pero no es obligatorio recorrerla entera: te puedes apuntar a una o varias etapas. O salvar algunas de ellas en los camiones de asistencia que la organización pone para llevar provisiones y material de acampada.
6. Mongolia en bici
Solo el 10 % de las carreteras de Mongolia están asfaltadas. Por lo que el país es un paraíso para la bicicleta de montaña, con multitud de posibilidades.
La ruta propuesta en el libro tiene 480 kilómetros entre Tsetserleg y Tariat, en las montañas Khangai, en el centro del país. Aunque siempre se puede esperar hospitalidad local, hay que ir preparados para no dejar de comer en todo momento.
7. Shimanami Kaido, Japón
Dicen que es la mejor ruta para bicicleta de carretera del país nipón. Discurre por un conjunto de islas -conectadas por puentes colgantes- que crean el llamado mar interior de Seto, en el suroeste de la isla de Honshu, la más grande del país y en la que están Tokio y Osaka.
Tiene 120 kilómetros y está perfectamente señalizada con una línea azul. Se dice que la mejor época del año para ir es primavera y otoño, el verano es muy caluroso.
8. Bután en bicicleta
Descubrir en bicicleta uno de los últimos países en los que se abrió el turismo es una experiencia inolvidable. Bután es el país del budismo, de los monasterios encaramados en lugares imposibles y de la felicidad.
Y sobre dos ruedas parece más bucólico y feliz todavía. Hay poco tráfico y mucha expectación por los ciclistas.
El itinerario propuesto une Paro con Jacquard y tiene 318 kilómetros, por supuestos muy montañosos. También se recomienda ir en primavero u otoño.