En pleno auge de marcas y tiendas, el ciclismo de Montaña competitivo no tiene un norte. El Cross Country XCO es prácticamente inexistente siendo la modalidad olímpica.
Los eventos de mayor alcance logístico y publicitario no pueden ser categorizados como una modalidad del ciclismo de Montaña. Asfalto puro, rutas de un solo ascenso y un solo descenso o pruebas que van de un punto a otro sin la distancia reglamentaria, hace que tengamos una mixtura , que no termina de ser ni una cosa, ni la otra y en sentido estricto no se esté practicando ciclismo de montaña competitivo en Venezuela.
Por otro lado, los últimos campeonatos nacionales se han olvidado del Team Relay y en la última edición también se dejó por fuera al eliminator y aunque se incluyó al Enduro, sigue quedando mucho por hacer, tanto así que no se entregaron las medallas oficiales a los que ocuparon las tres primeras posiciones del que debería ser el evento de más prestigio del país.
La popularidad del MTB puede aprovecharse para que sea un motor que transforme , que cree escuela y sirva para canalizar esa masa de practicantes hacia niveles competitivos más altos. Urge enseñar y darle prioridad a ciclistas prejuveniles y juveniles. El mayor nivel competitivo no debe estar en las categorías Master. Los mejores tiempos, con excepciones, los siguen marcando ciclistas de más de 40 años y más allá del mérito de los Master B es un llamado de atención de dónde está nuestro MTB.
Es momento que los dolientes de la disciplina se pongan de acuerdo, las marcas, equipos, las asociaciones y que la FVC brinde un marco de apoyo a la disciplina para detener la caída e iniciar un verdadero repunte del mountainbike venezolano.
Se leen sus opiniones.