El trujillano está teniendo una magnífica temporada, renovó sus campeonatos nacionales, se codeó con los mejores en el Panamericano y ahora logró ubicarse entre los diez primeros en Turquía.
El éxito de Mejía es el éxito de alguien que tiene trabajando más de una década con un mismo objetivo, una disciplina de la que nadie duda, el más constante de su generación y ese trabajo empieza ahora a notarse a nivel internacional con cada vez mejores resultados.
Lo interesante de todo, es que permite a los ciclistas que están detrás de él en las carreras en Venezuela, imaginarse en un escenario internacional. Proyectar cuál pudiera ser su ubicación al tener una referencia, referencia siempre necesaria al momento de elaborar una planificación. Esto, claro está, asumiendo que las habilidades de manejo, preparación física, entrenamiento y fogueo sean las mismas con las que cuenta el trujillano.
Por otro lado, estos resultados, llegan en un momento donde se puede apreciar una bonita y nutrida generación de relevo en las categorías prejuveniles y juveniles, que de mantener continuidad, invitaría a soñar con una gran época para el MTB Venezolano en el mediano plazo.
La alegría que produce el salto de calidad que está teniendo Yonathan no puede y no debe hacer olvidar los problemas estructurales que aún tiene nuestro ciclismo de montaña y que si queremos contar con una selección capaz de luchar por el podio en las categorías de desarrollo y con potencial olímpico, dichos problemas deben ser abordados y resueltos.
Aplausos de pie para Yonathan Mejía y que continúen los éxitos.