Si un aficionado al ciclismo lee dentro de un top ten a nombres como Julian Alaphilippe, a Adam Yates, a Remco Evenepoel sin saber que competencia es, de inmediato identifica que es una de las grandes carreras del mundo. Nombres que pesan por sí solo y le dan lustre a cualquier evento, no es ganar sino a quien se le gana, no es un top ten, sino quienes fueron los rivales, en definitiva el puesto cinco de Orluis Aular en la segunda etapa de la Vuelta al País Vasco confirma el buen momento del yaracuyano, esta vez en su primera carrera en el World Tour.
La manada de lobos del Deceuninck Quick Step preparó una emboscada para el líder de la prueba Primoz Roglic y convirtió una jornada que en el papel era de las más sencillas de la Itzulia en un día donde el esloveno dudó en que podría mantener el liderato.
Entre lobos, Orluis Aular se vistió de Chacal, también sintió el olor a sangre y se ubicó a la perfección para aprovechar el fuerte envión de Remco Evenepoel para lanzar a Alaphilippe y que el campeón del mundo logrará su primer triunfo del año.
Roglic mantuvo el liderato, pero para Venezuela la noticia es que el recién coronado campeón en la Vuelta al Alentejo también puede luchar por la victoria en pruebas de primer nivel, Aular cumple y supera las expectativas, el triunfo no tardará en llegar.