Cuatro años de sequía son muchos, pero cuando llega el éxito la alegría se dispara. Desde Richard Carapaz en 2019 no ganaba una etapa del Giro de Italia el equipo Movistar, un contador que ayer puso de nuevo a cero con la gran victoria de Einer Rubio (25 años) en Crans Montana.

“Fue mi gran día. Lo venía buscando. He trabajado mucho para preparar este Giro. Sabía que Pinot venía muy fuerte, y que Cepeda también estaba muy bien. Solo tenía que dejarlos a los dos, jugar un poco mi estrategia, y por eso esperé al final”, explicó el escalador colombiano al llegar a meta sobre una perfecta gestión del final que le dio su primer triunfo en una gran vuelta.

Seguramente, el más especial posible, ya que Italia forma parte de Einer desde hace años. Allí se formó en categorías inferiores, donde reside (Pago Veiano) y hasta habla su idioma. “Seguro que en un rato seré consciente de lo que he conseguido. Voy a disfrutar mucho esta victoria. Se ha cumplido hoy el sueño”, aseguró Rubio, que con la tranquilidad de los deberes hechos seguro que va a por más éxitos en este Giro. Quién se lo iba a decir a este menudo colombiano (1,64 m) que trabajó en la construcción para comprarse una de sus primeras bicicletas. Ahora todo es distinto.