Mathieu van der Poel obtuvo una gran victoria en solitario en la reciente edición de la País-Roubaix que habría podido estar amenazada por una lucha contra Wout van Aert posiblemente en un sprint final, de no haber sido por el pibchazo que sufrió el belga.

Van Aert pinchó en el último kilómetro del infame Carrefour de l'Arbre, justo cuando estaba haciendo lo que esperaba podría ser un ataque ganador, y tuvo que detenerse para cambiar la rueda, lo que hizo posible que Van der Poel atacara a falta de 15km para la meta y se hiciera con la victoria.

"Nunca se sabe cómo resulta”, afirma Van Aert luego de la carrera, “pero en el momento en que pinché, solo estaba atacando".

En la rueda de prensa luego de la carrera, el ganador, Mathieu Van der Poel dejó saber su impresión de lo que habría sido la llegada de haber sido otro el escenario:

“Si él (Van Aert) no hubiera pinchado, seguramente habríamos llegado al velódromo juntos”.

Lo mismo pensó Van Aert: “En realidad era yo mismo y me sentía muy fuerte, e incluso con un pinchazo en la rueda trasera terminé el sector casi sobre una rueda. Así que creo que tenía las piernas para hacer más con seguridad".

Van Aert montó una persecución agresiva hacia el Velódromo de Roubaix a pesar del considerable margen establecido por el cambio de rueda.

Dejó atrás a corredores como Filippo Ganna, Mads Pedersen y Stefan Kung, pero no pudo deshacerse de Jasper Philipsen, quien lo eliminó en el sprint por el segundo lugar.

"No termina hasta que termina", dijo Van Aert con una sonrisa después de la carrera. "Quiero decir que no porque haya pinchado en el Carrefour la carrera ya ha terminado, trato de mantener la cabeza fría y lucho hasta el final.”

"Es desafortunado que pudiera haber sido un final diferente, por supuesto", agregó.

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