¿Está ya decidido el Tour de Francia?

¿Está ya decidido el Tour-2024? Tadej Pogacar está muy cerca de conquistar su tercera ronda francesa, pero Jonas Vingegaard apuesta por un mal día del esloveno que le permita revertir la situación en una intensa tercera semana.

¿Cómo está la situación tras dos semanas de carrera?

Con el pelotón descansando este lunes en Gruissan (sudeste), las posiciones parecen fijadas, con unas diferencias que se antojan irreversibles en la general. Pogacar cuenta con 3:09 de ventaja sobre Vingegaard, que aventaja a Remco Evenepoel en 2:10. El cuarto, el portugués Joao Almeida, está a más de diez minutos del maillot amarillo, y el primer corredor sudamericano, Santiago Buitrago, 10º a más de 16 minutos. Aunque la pelea por un puesto en el top-10 se anuncia intensa, el podio parece terreno vedado.

¿Puede escapársele el Tour a Pogacar?

«Empieza a tener buena pinta», declaró el esloveno después de su segunda victoria seguida en el díptico de los Pirineos. El líder del UAE, ganador del Tour en 2020 y 2021, se halla en una posición idónea para firmar el doblete Giro-Tour, inédito desde 1998. La única duda procede de la dificultad de las últimas etapas. El viernes, el pelotón subirá muy alto, hasta el col de Vars, la cima de la Bonnette (2.802 m) e Isola 2000, unas altitudes que han hecho sufrir a Pogacar en el pasado. El sábado, la etapa del col de la Couillole es también terrible, y la exigente crono final entre Mónaco y Niza recuerda a la de Combloux, donde Vingegaard destrozó a Pogacar el año pasado.

¿Es optimista Jonas Vingegaard?

Bien recuperado de su grave accidente en abril, el vigente doble ganador afirmó este lunes que no se rendirá «sin luchar». Considera que no está tan lejos de su rival, y confía en que el esloveno tenga un mal día, como fue el caso el año pasado en el col de la Loze y en 2022 en el Granon. «Puede repetirse en la tercera semana», aventuró.

¿Por qué Pogacar está tan fuerte este año?

Él mismo reconoce que nunca se había sentido tan fuerte. Nada que ver con 2023, cuando, al igual que Vingegaard este año, llegó con una preparación lastrada por una fractura en la mano. El pasado invierno, el esloveno cambió de entrenador para mejorar en la contrarreloj y realizar una preparación «más específica en la alta montaña», según Mauro Gianetti, su mánager en el UAE. Ganador del Giro de Italia en mayo, Pogacar parece contar aún con reservas, y aunque encadenar Giro-Tour supone mucha carga, apenas ha competido en los últimos dos meses.

¿Cómo lo ve el pelotón?

El resto parece ver con resignación la superioridad de Pogacar y Vingegaard, cuya lucha a menudo termina con las escapadas del día. «Cuando me pasaron es como si no hiciéramos el mismo deporte. Dan ganas de odiarlos, pero son unos tipos chéveres y eso hace espectacular el ciclismo», comentó el domingo el noruego Tobias Johannessen, superado en la subida final.

La actuación de Pogacar, que pulverizó en casi cuatro minutos el récord de subida al Plateau du Beille, que pertenecía desde 1998 a Marco Pantani (Vingegaard y Evenepoel también lo batieron) realimenta la máquina de sospechas. Pogacar lo achacó al hecho de haberse aprovechado de la aspiración del Visma y de Vingegaard.

¿Qué más queda en juego?

Revelación de esta 111ª edición con tres victorias, el eritreo Biniam Girmay, dotado de una ventaja cómoda en la clasificación por puntos, podría prácticamente asegurarse el maillot verde el martes en Nîmes. Pero después deberá llegar a Niza.

El maillot a lunares de mejor escalador está actualmente sobre los hombros de Vingegaard, que lo lleva en calidad de segundo de esa clasificación detrás de Pogacar. Aunque ganarlo no es prioritario para el danés, que prefiere el amarillo.

El maillot blanco de mejor joven parece destinado a Remco Evenepoel.

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