El cuatro veces ganador del Tour de Francia, Chris Froome, desea dar un último empujón a su carrera y retirarse participando en una gran vuelta. En 2017, Froome estaba a punto de igualar el récord de cinco victorias en la Grand Boucle, lo que lo habría colocado junto a leyendas como Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Miguel Indurain. Sin embargo, en 2018, su sueño de una quinta victoria se desvaneció cuando quedó en tercer lugar después de ganar el Giro de Italia. Las esperanzas de 2019 se truncaron tras un accidente que lo llevó al hospital con múltiples fracturas, incluyendo fémur, cadera, codo, esternón y vértebras.
«Creo que tengo mucha suerte», comentó Froome. «No me enfado demasiado con lo que ha sucedido, bueno o malo, y creo que eso siempre me ha ayudado en mi carrera. Especialmente como ciclista, porque hay innumerables obstáculos y sorpresas en el camino. Si pasas demasiado tiempo pensando en todo, puedes tropezar mentalmente. Siempre me concentro en lo que viene y en el futuro».
Al preguntarle sobre su cambio de rol y su perspectiva para el Tour de Francia, Froome respondió: «Soy realista sobre dónde estoy. Para ser honesto, ni siquiera he analizado aún el recorrido del año que viene. Obviamente, en los últimos años no he estado en el Tour en la misma capacidad que antes, pero sigue siendo un evento muy especial para mí. En un mundo perfecto, me encantaría volver al Tour, pero si no, a un Gran Tour, al menos para dar un último empujón en la carretera. No he decidido definitivamente si será mi última temporada el año que viene, pero parece más que probable».