Aunque en esta temporada Wout van Aert solo ha logrado una victoria, su talento y versatilidad lo mantienen entre los mejores ciclistas del mundo. Su triunfo en la novena etapa del Giro de Italia fue mucho más que una simple victoria: fue una muestra de su incansable esfuerzo y compromiso, que ha ganado el cariño de los aficionados al ciclismo.
Van Aert ha construido una carrera llena de éxitos tanto en ruta como en ciclocross. Es un corredor completo, capaz de ganar etapas de montaña, contrarreloj y sprint en el Tour de Francia. También ha vestido el maillot verde y ha sido un apoyo clave para su equipo. En 2024, logró podios importantes en clásicas como el Tour de Flandes y París-Roubaix. Ahora, con su victoria en el Giro, se consolida como uno de los mejores en el ranking mundial de la UCI.
La victoria en Siena fue especialmente emotiva. A sus 30 años, Van Aert mostró una gran resistencia y determinación para mantenerse a rueda de Isaac del Toro y llevarse el triunfo en un final que recordó a la exigente Strade Bianche. Este logro confirma que sigue siendo un competidor de élite, especialmente después de superar una grave lesión de rodilla sufrida en la Vuelta a España del año pasado.
A lo largo de su carrera, Van Aert ha sumado muchas segundas y terceras posiciones, ganándose el apodo de “eterno segundo”. Sin embargo, su constancia y entrega le han ganado el respeto y la admiración de la comunidad ciclista. Mientras su rival Mathieu van der Poel acumula ocho monumentos, Van Aert se ha destacado más en las Grandes Vueltas y como pieza fundamental para su equipo.
Aunque las lesiones han sido un obstáculo, su capacidad de recuperación y consistencia lo mantienen en la élite mundial. Su reciente triunfo fue celebrado con entusiasmo, confirmando que es un símbolo de perseverancia y pasión, y que aún tiene mucho por ofrecer en el ciclismo profesional.