Pogacar es una auténtica joya, una bendita locura. Contenta a todos. Después de casi 4 indigestas horas de carrera, Pogi se empeñó en dar espectáculo en un día reservado para los esprínters. No consiguió rematar en meta tras atacar en un repecho previo, en las cercanías de Fossano, pero desató la locura de todos los presentes y espectadores en sus casas. A unos 200 metros de la llegada, Pogacar y Geraint Thomas, que se había unido a su causa, fueron engullidos por el grupo de los velocistas, en el que se impuso Tim Merlier. El belga firmó su octavo triunfo en 2024, curiosamente, empatando de nuevo con Pogacar como los máximos artilleros de la temporada.
Lo mejor, por no decir lo único bueno, estaba por llegar. Pogacar no se podía aguantar las ganas de fiesta. No entiende de días de transición. Lo de pensar en economizar esfuerzos de cara al Tour, al menos a estas alturas de Giro, tampoco va con él. Así pues, aprovechando el ataque de Honoré, el esloveno se agarró a rueda del danés. Thomas, muy atento, no dudó en seguirles. Honoré claudicó ante el ritmo de Pogacar, que incluso llegó a abrir ligeramente a Thomas en el llano. Una locura. Con el galés desfondado, Pogi apuró sus opciones. Esprintó con todo en pro de la victoria, pero el ímpetu de los esprínters fue imparable. Faltó poco, pero el resultado era lo de menos. Una vez más, el show de Pogacar salvó el día.
Tim Merlier (Soudal QuickStep) fue el vencedor de la tercera etapa de la 107ª edición del Giro de Italia, disputada sobre 165 kilómetros entre Novara y Fossano, aventajó al italiano Jonathan Milan (Lidl Trek) y al eritreo Biniam Girmay (Intermarché-Wanty), segundo y tercero, respectivamente.
El belga, que se coloca líder en la clasificación de los puntos, consiguió un tiempo final de 3h54:35, logrando su victoria número 42 como profesional, y poniendo fin a su sequía de triunfos en una gran vuelta. El de QuickStep no ganaba una jornada de una ‘grande’ desde su triunfo en la tercera etapa del Tour de 2021.