¿Qué desencadenan los calambres?
Algunas razones que decimos cuando nos dan calambres:
– Deshidratación.
– Desequilibrio de sodio o electrolitos: debería haber consumido más sal.
– Nutrición insuficiente.
Paul Laursen investigador de Athetica explicó en un interesante artículo lo que sus estudios concluyen acerca de los calambres.
“Pocos le dirán lo que realmente respalda la ciencia. Es decir, que tus calambres ocurrieron porque no tomaste el ritmo adecuado en relación con tu preparación. Dicho de otra manera, te esforzaste demasiado en comparación con tus esfuerzos de entrenamiento anteriores, un concepto conocido como hipótesis neuromuscular”.
Un estudio algo reciente de Giuriato et al. en 2018 analizó meticulosamente la literatura sobre las dos teorías más predominantes: deshidratación/electrolitos versus neuromuscular. De un conjunto de 424 artículos potenciales, identificaron 69 estudios válidos. La investigación sugirió abrumadoramente que los calambres son fundamentalmente un problema neuromuscular. Los calambres musculares surgen de un desequilibrio entre el impulso excitatorio (la insistencia del cerebro en seguir adelante) y el impulso inhibidor (la parte del sistema nervioso que no está del todo preparada para la demanda física que se le impone).
¿El resultado? Calambre. El mecanismo de protección de su cuerpo para detener daños mayores.
Entonces. Si has experimentado estos calambres, ¿qué medidas puedes tomar para prevenirlos en el futuro? Si bien un nutricionista podría recomendarle aumentar la ingesta de sodio, cambiar a un producto nutricional diferente o consumir más líquidos, es probable que pocos enfaticen la importancia de una mejor preparación y ritmo.
A mejorar en los entrenamientos