Los mejores atletas del mundo dedican tanto esfuerzo a su entrenamiento mental como a su entrenamiento físico. La plataforma de Training Peaks agrupó esas estrategias en un trabajo de la doctora Anne Shadle.
Los deportistas de élite suelen destacarse no solo por sus excepcionales capacidades físicas, sino también por su resiliencia psicológica. Poseen un profundo conocimiento de sus propios procesos mentales, lo que les permite aprovechar y optimizar sus pensamientos y emociones para mejorar el rendimiento. Esta autoconciencia no es innata, sino que se cultiva a través de años de práctica y reflexión deliberadas.
Consejo profesional: mantenga un diario
Una de las herramientas más eficaces en el conjunto mental de un deportista es llevar un diario. Esta práctica permite a los deportistas realizar un seguimiento de su progreso, establecer objetivos y reflexionar sobre su estado físico y psicológico. Al registrar periódicamente pensamientos, emociones, datos de entrenamiento y resultados de competición, los deportistas pueden identificar patrones y factores desencadenantes que afectan a su rendimiento.
Utilice mantras y afirmaciones personales
Otra técnica poderosa que emplean los atletas de élite es el uso de mantras o afirmaciones personales. Estas afirmaciones breves y poderosas están diseñadas para reforzar un estado mental positivo y se utilizan a menudo bajo presión para centrar los pensamientos y fomentar un estado de preparación mental. Por ejemplo, en plena competencia se podría repetir una frase como “fuerte y constante” durante las partes más difíciles de una carrera para mantener el ritmo y alejar los pensamientos negativos.
Centrarse en el presente
En definitiva, el rendimiento se produce en el momento y cuanto mejor puedan centrar su atención en el presente los deportistas, mejor será su rendimiento. Esta es la esencia del entrenamiento mental: mejorar la capacidad de uno para permanecer presente, concentrado y totalmente comprometido con la tarea en cuestión, independientemente de las presiones externas o las perturbaciones internas. La claridad mental y la calma inducidas por el entrenamiento mental regular permiten a los deportistas rendir con una sensación de fluidez, que a menudo se describe como estar “en la zona”.
En definitiva quienes se involucran profundamente con su entrenamiento mental logran el éxito más sostenido. No son solo las horas de práctica física lo que los distingue, sino también el tiempo significativo que dedican a desarrollar la fuerza mental, la resiliencia, la concentración y la atención plena.
