La Itzulia 2024 será la primera vez en el año donde midan fuerzas Jonas Vingeegard, Primoz Roglic , Remco Evenepoel y además estaran corredores de la talla de Richard Carapaz y Simon Yates entre otros, todos ganadores de al menos una gran Vuelta, Mikel Landa será el gregario de Remco, mientras que Venezuela estará representada por Orluis Aular.
Landa ofreció una entrevista al portar As, donde entre otras cosas destaca su buen momento y la conexión que ha tenido con Evenepoel.
—¿Cómo se encuentra después de su gran segundo puesto en la Volta?
—Me siento motivado, contento. Fue una carrera que terminé muy bien de sensaciones. Estos últimos días me recuperé bien y ahora estoy otra vez con fuerza.
—Se sintió tan bien que por momentos recordó al Landa del 2015. Si jugásemos a ciclismo ficción, ¿quién ganaría en un mano a mano, aquel Mikel o el de ahora?
—Quiero pensar que el de ahora (risas). Las fuerzas quizás sean parecidas, pero la cabeza tiene mucha mayor experiencia, más madurez.
—Después de cuatro temporadas en el Bahrain llega al Soudal Quick-Step. ¿Cómo ha sido su adaptación?
—Ha sido rápida, cómoda. Este es un grupo familiar que ha hecho que mi incorporación fuera fácil. Me han ayudado a ser uno más en el equipo bastante rápido. Todo a pesar de haber sido un cambio muy grande, con una forma de trabajar muy diferente.
—Pese a ser un equipo históricamente clasicómano, en los últimos años se ha adaptado con fichajes como el suyo.
—Sí, es algo normal cuando tienes un corredor como Remco (Evenepoel). Es algo que les obliga a crear un equipo en torno a él.
—¿Cómo es trabajar con Evenepoel?
—He conectado muy bien con él. Es un chaval respetuoso, que escucha a la gente que tiene alrededor. Quizás yo sea para él una vía de escape que le puede ayudar a estar más tranquilo. Le puedo aportar cosas. Eso es algo que me gusta y me siento valorado.
—La primera vez que coincidieron como compañeros en la Vuelta al Algarve, con triunfo de Evenepoel en la general, se vio que hubo buen entendimiento entre ambos.
—Fue una toma de contacto buena. Fui a Algarve con la idea de empezar el año tranquilo, pero enseguida vi que tenía que estar a tope porque Remco iba a disputar (risas). Así que tocó ponerse manos a la obra. Pero me siento cómodo. Mi trabajo es útil y me siento escuchado.
—¿Lo que le aporta ahora Soudal Quick-Step es lo que le ha faltado en otros equipos anteriormente?
—Cada época tiene su momento. A veces toca liderar, a veces repartir los objetivos. En esta época, que para mí será la última como profesional, busco menos responsabilidad, menos presión, entre comillas.
—Esta semana toca volver a una cita tan especial como la Itzulia. Vingegaard, vigente campeón, llega como un tiro. ¿Hay forma de batirle?
—La carrera empieza con una contrarreloj. Ahí Remco le puede plantar cara o incluso ganarle, ya que hablamos del campeón del mundo. Para mí es el favorito. A partir de ahí, veremos si toca gestionar las diferencias o correr de manera más ofensiva. Creo que el ganador se decidirá por bonificaciones en meta y los esprints intermedios. Remco también es un corredor rápido, así que soy optimista.
—La crono cuenta con dos subidas exigentes en las que usted también puede defenderse bien. El equipo podría contar con una segunda baza para la general.
—Sí, veremos. La crono la haré a tope para tratar de que tengamos otra alternativa y así tener otra forma de presionar en la general. De todos modos, en la última etapa de Eibar creo que se decidirá todo.
—¿Qué podemos esperar de Mikel Landa en el resto de la temporada?
—Me gustaría seguir esta línea, ayudando a Remco. Espero que en el Tour la relación esté más cuajada, por decirlo de algún modo, y todo sea más fluido. Espero que podamos pelear por ese Tour o por subir al podio. Después me tocará pensar a mí en La Vuelta. Ojalá pueda optar al podio.
